Me gustaría hacerte algunas preguntas:

¿A menudo te fijas metas irreales o muy altas para ti o para los demás?
¿Con frecuencia encuentras fallas y errores rápidamente y lo comunicas con excesiva dureza?
¿Has pospuesto proyectos por miedo al fracaso o por no tener asegurado el éxito?
¿Le restas importancia a los elogios y te olvidas de celebrar tus éxitos por considerarlos banales?
Conozco muchas personas que seguramente contestarán afirmativamente una o varias preguntas de este breve cuestionario.
Son personas perfeccionistas.
Tal vez lo son como producto de su formación o educación familiar. Tal vez se debe a que la sociedad actual impone criterios de desempeño y éxito que exigen eficacia y castigan el error. Parece que la perfección debería ser el objetivo personal y profesional de todos nosotros.
Sin embargo, paradójicamente, el perfeccionismo representa también dos comportamientos que no son positivos.
Por un lado, puede suceder que mientras corriges, solucionas, anticipas y -en suma- perfeccionas un proyecto, una solución para un problema determinado o un cambio de hábito que puede redundar en un gran beneficio para ti, enlenteces tus avances, pierdes tiempo, te inmovilizas.
Y, por otro lado, algunas personas llegan a una suerte de acostumbramiento. Estas personas dominan el arte de estudiar, analizar, actualizar conocimiento y sopesar pros y contras, de tal manera que construyen una zona de confort en la que el perfeccionismo se vuelve el carcelero que les impide exponer sus proyectos y poner sus ideas en acción.
¿Cómo puedes gestionar el perfeccionismo?
Amígate con tu propia falibilidad.
Profundiza en tu autoconocimiento, enfatiza el conocimiento de tus estructuras intelectuales y emocionales.
Benefíciate con el uso de herramientas y técnicas que te relajen y disminuyan tu ansiedad.
Trabaja en tu autoestima. Quiérete y respeta tus imperfecciones.
Entrena las habilidades cognitivas y emocionales que favorecen tu flexibilidad.
Ya sea que se trate de mejorar tus vínculos personales, abrazar una vocación deportiva, artística o profesional, o explorar nuevos hobbies:
¡Anímate a hacerlo dando lo mejor de ti y prepárate a aprender de tus errores!
Espero tus comentarios.
Abrazo,