Cuando tengo una idea original experimento una satisfacción que puedo describir como compleja, porque incluye aspectos cognitivos, emocionales y podría decir que me abarca por completo. Siento una profunda sensación de logro, orgullo y plenitud que solamente surge cuando me doy cuenta de que he sido capaz de concebir algo nuevo y único. Y -puedo añadir- valioso (aunque el valor se lo adjudican los destinatarios de mi trabajo).

Entonces, ¿qué es lo que siento?
Satisfacción cognitiva
Sentido de descubrimiento: Experimento una profunda satisfacción al descubrir algo que antes no existía, al menos no en mi mente. Es la emoción de haber creado algo nuevo a partir de la nada, de haber conectado ideas de una forma novedosa.
Claridad mental: Después de un período de confusión, búsqueda o incluso frustración, la idea original trae consigo una claridad mental repentina. Es como si las piezas de un rompecabezas encajaran de golpe, revelando una imagen completa y coherente. Esta comprensión me genera una profunda satisfacción intelectual.
Resolución de un problema: Si la idea original surge como solución a un problema, la satisfacción se intensifica. Siento el alivio de haber superado un obstáculo y la alegría de haber encontrado una solución efectiva y creativa.
Bienestar emocional
Orgullo y autoestima: La concepción de una idea original genera un fuerte sentimiento de orgullo por mi capacidad creativa. Esto refuerza mi autoestima y la confianza en mi misma.
Entusiasmo y excitación: La novedad y el potencial de la idea original suelen ir acompañados de una gran excitación y entusiasmo. Siento el impulso de compartir la idea, de desarrollarla y de verla materializada.
Alegría y plenitud: La satisfacción de tener una idea original me produce, a veces, una profunda sensación de alegría y plenitud. Es una emoción positiva que surge de mi realización personal y del sentimiento de haber contribuido con algo nuevo.
Cuando tengo una idea original, obtengo autenticidad, sentido de propósito y conexión con mi creatividad.
Creatividad y autoexpresión
Autoexpresión y autenticidad: La creación de una idea original me permite expresar mi individualidad y mi visión del mundo. Es una forma de autoexpresión que conecta con mi esencia.
Sentido de propósito: Tener una idea original y trabajar en ella me da un nuevo sentido de propósito y dirección. Siento que estoy contribuyendo con algo valioso y significativo.
Conexión con mi creatividad: El proceso creativo que lleva a la concepción de una idea original me conecta con mi propia capacidad creativa, fomentando la innovación y la búsqueda de nuevas soluciones.
Impacto social posible
Posibilidad de generar un cambio: Si mi idea original tiene el potencial de generar un impacto positivo en el mundo, la satisfacción se multiplica. Siento la posibilidad de contribuir a mejorar la vida de las personas o de resolver problemas importantes.
Reconocimiento y validación: El reconocimiento por parte de otros de la originalidad y el valor de la idea puede reforzar mis sentimientos positivos y validar mi esfuerzo creativo.

Recuerda...
Todas las personas pueden experimentar la satisfacción de tener una idea original, porque todos tenemos los recursos que se necesitan. Y todos podemos atrevernos a sentir orgullo y alegría frente a nuestros logros, y a desplegar todo el potencial de nuestra inteligencia y nuestra creatividad.
La autoexpresión y, en algunos casos, la validación social por el potencial impacto de la idea, refuerzan nuestra confianza en nosotros mismos y motiva la búsqueda de nuevas ideas y desafíos.
Espero tus comentarios. Dime si has reflexionado sobre estos temas, y qué piensas al respecto.
Y, si crees que puedo ayudarte a desatar tu potencial, agenda un encuentro presencial o virtual. ¡Será un gusto conversar contigo!
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