Seguramente has notado que existen ciertas ideas recurrentes que puedes llegar a confundir con razonamientos, deducciones o interpretaciones acertadas de la realidad. Estas ideas han sido definidas como “pensamientos negativos automáticos”.
Si no prestas toda tu atención, alguno o varios de estos pensamientos pueden provocar emociones negativas o sensaciones de malestar. Así que lo primero es reconocerlos:
Son pensamientos específicos. En general se manifiestan como frases cortas, categóricas y recurrentes que aparecen en forma de reproche, recuerdo, suposición o anticipación.
Son pensamientos creíbles. Surgen automática y bruscamente y -aunque no tienen base sólida- los aceptas como verdades absolutas.
Son mensajes irreflexivos. No incluyen una reflexión previa ni son producto de un análisis.
Tu bienestar depende en gran medida de que puedas identificar estos pensamientos y logres relativizar su importancia.
Ésta es una lista de los “pensamientos negativos automáticos” más habituales confeccionada por el escritor John-Paul Flintoff:
Pensar en términos de blanco y negro, sin escala de grises.
Leer la mente de otras personas, anticipando sus juicios negativos.
Adivinar el futuro, realizando suposiciones negativas que te inmovilizan.
Generalizar, anticipando -por ejemplo- que si hemos fracasado en una tarea, entonces siempre lo haremos.
Minimizar las cosas positivas, quitando valor a nuestros éxitos o a los sucesos positivos.
Dramatizar y victimizarnos, creando conexiones fatalistas donde no las hay.
Tener expectativas poco realistas, exigiéndonos por encima de nuestros límites naturales y boicoteando nuestro esfuerzo.
Juzgar, a nosotros mismos y al resto, rotulando y llegando al insulto que dirigimos hacia nosotros mismos o a los demás (ya sea el jefe, los compañeros de trabajo, otros miembros de la familia).
Autoculparte. Tal vez te culpes incluso por asuntos en los que no has tenido ninguna responsabilidad.
Ser catastrofista, pensando que todo lo que está sucediendo a tu alrededor acabará mal.
Afortunadamente, existen técnicas que pueden ayudarte a escapar de este comportamiento.
Puedes neutralizar los “pensamientos negativos automáticos” y poner en su lugar emociones positivas que te impulsen hacia adelante y te permitan disfrutar de cada momento de tu vida.
Déjame saber cómo te sientes con respecto a lo que te he compartido en esta columna. Leeré con mucho gusto tu comentario.
Abrazo,
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