El filósofo griego Teofrasto, alumno de Platón y sucesor de Aristóteles, dijo que “el tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar”. Hemos crecido y nos han educado con la noción de que “el tiempo es oro” y seguramente más de una vez has analizado cuál es la forma más sabia de utilizarlo.
¿Cuál es la mejor forma de invertir tu tiempo para obtener el mayor beneficio?
Considerando que el tiempo -más que un bien- es una medida de vida y de felicidad, y leyendo diversos autores, estos son algunos consejos que han sido de gran ayuda para mí:
Establecer hábitos de ejercicio físico y descanso. Cuando llegas a la edad adulta, el ejercicio y el descanso son fundamentales para mantenerte saludable y al mismo tiempo reduce la ansiedad y favorece tus niveles de atención y concentración.
Socializar. Pasar tiempo y conversar con personas que te ofrezcan perspectivas diversas te enriquece y te permite descubrir nuevos intereses.
Ocuparte de las necesidades de otras personas. El voluntariado te nutre emocionalmente y mejora tu autoestima.
Llevar un diario de gratitud. Dedicar algunos minutos diarios, cuando te levantas o cuando vas a acostarte, a anotar 3 o 4 cosas por las cuales te sientes agradecido es una excelente forma de neutralizar pensamientos negativos y estimular emociones positivas.
Mantener tu atención en el presente. Utilizando técnicas de meditación, relajación o respiración, puedes afrontar cada día con la mente en calma, reducir tus niveles de estrés y evitar la ansiedad por el futuro o el dolor por acontecimientos del pasado.
Estas acciones, sostenidas en el tiempo, construyen aceptación, gratitud, resiliencia y -finalmente- felicidad, más allá de las circunstancias que te toque o decidas transitar.
Abrazo,