El cantante, compositor y músico estadounidense Roy Orbinson consiguió su primer éxito en 1961 cantando “Sólo los solitarios” (“Sólo los solitarios conocen este sentimiento tan terrible”).
Podemos definir la soledad como la carencia de compañía. Dicha carencia puede ser voluntaria (cuando decides estar sola o solo) o involuntaria (cuando este estado se debe a distintas circunstancias de la vida).
En este momento, por ejemplo, indicaciones de quedarte en casa, mantener distancia y practicar el aislamiento social pueden estar afectándote, especialmente si vives sola o solo.
Si bien es cierto que podemos no estar con nadie y no sentirnos solos (y, de la misma manera, sentirnos solos aunque estemos rodeados de personas) el punto es que la restricción a la interacción con amigos, vecinos y familiares pueden estar impactando en tu estado de ánimo.
Si es así, puedes poner en práctica algunas acciones:
Aprovecha las redes sociales en forma positiva para establecer vínculos de buena calidad.
Mantén conversaciones por video.
Participa de actividades individuales o grupales online para continuar con tus rutinas de ejercicios físicos o cognitivos.
Dedica tiempo a mantener conversaciones telefónicas con amigos y familiares.
Sal a dar breves paseos y caminatas.
Más allá de lo anterior, me gustaría saber cómo te sientes tú.
¿Cómo lidias con tus sentimientos en estos tiempos difíciles?
¿Has experimentado o experimentas soledad?
¿Asocias este sentimiento a las actuales circunstancias?
Algunas personas me han manifestado sus reflexiones y -en algunos casos- ha surgido la dualidad de encontrarse cómodos en la autonomía y en la disminución de mandatos y obligaciones sociales, aunque luego eso se traduzca en una sensación de aislamiento que por momentos se vuelve una pesada carga.
¿Es ése tu caso? Si es así, quisiera recordarte que seguramente hay personas a tu alrededor que estarán dispuestas a colaborar contigo, pero primero debes hacerles saber cuál es la ayuda que necesitas. A veces ponemos por delante nuestra independencia y eso mantiene a raya aún a quienes están más cerca.
Me gustaría mucho leer tus comentarios al final de esta columna.
Abrazo,
Detente a pensar
Muy interesante tu artículo. En estos tiempos resulta necesario más que nunca, poder determinar los pensamientos automáticos negativos quizás enquistados desde hace mucho. Me ayudó a meterme un poco más interiormente, para hurgar qué puede estar en mí, jugándome en contra. Gracias por tu ayuda. Felicitaciones por lo que haces
Hasta pronto
Lilia
Si, el estar rodeados pero el sentirse sola es como me siento. Lo suplanto como lo has escrito, Yoga virtual, chats con amigos, videoconferencias, caminatas, una mascota que no me deja ni a sol ni a sombra.... El no poder salir como "antes" pega duro. Mi trabajo es interactuar con personas y esto me ha llevado a realizar tramites via web, que NO ME GUSTA. Ya vengo de varios meses antes de marzo así, ya que tuve que cerrar el lugar fisico donde trabajaba y trasladarlo al domicilio, fué un cambio muy drástrico casa y trabajo en el mismo lugar, tratar de seguir con mismos horarios para no superponer las dos actividades. Acomodar espacio físico donde no moleste el trabaj…
Comparto con un hijo adulto este aislamiento. No me siento demasiado sola pero añoro mi otra vida, donde podía decidir qué hacer y con quien estar. El no poder compartir tiempo con mis nietos es lo que más me afecta. Hacemos video llamadas, les envío videos, juegos, emojis acordes a su edad. Siempre les comunico mi amor por ellos y me lo retribuyen pero a veces siento que lo que hacemos se va gastando, que resulta rutinario, acotado. Y a veces me angustio bastante. Cuando me pregunto ¿ por qué?, lo primero que aflora es la dificultad para crear proyectos futuros
¡¡¡ cómo crearlos!!!!
Me cuesta mucho vislumbrarlos.
En cuanto a la ayuda, en mi caso tengo ayuda profesional, per…