La creatividad es la capacidad o facilidad que todos poseemos para inventar o crear. Es una habilidad necesaria y se pone de manifiesto en muchas actividades. Muchas personas la asocian con las artes pero también encontramos innovación en la tecnología, en los negocios, en los deportes, en la educación, en la ciencia, etc.
Todos podemos generar nuevas ideas, elaborar nuevas asociaciones entre conceptos conocidos produciendo soluciones originales para viejos problemas (o para dilemas novedosos).
El pensamiento creativo es fundamental para que las comunidades progresen y alcancen sus metas de bienestar, mejorando las vidas de sus miembros. Pero es también producto de la imaginación de las personas, refuerza la autoestima y la autonomía. Por ambas razones es importante cultivar y desarrollar la creatividad a lo largo de toda nuestra vida.
Y si bien no hay una receta para estimular y entrenar la creatividad puedes poner en práctica estos consejos:
No te censures: No pienses que no eres creativo y no temas ser visto como alguien a quien se le ocurren tonterías.
Infórmate y aprende: La creatividad consiste en establecer conexiones novedosas entre ideas adquiridas previamente, así que debes adquirirlas (de diferentes fuentes, acerca de una diversidad de temas).
Asocia ideas y conceptos: En forma aleatoria o sistemática, revisando toda la información que tienes acerca de cierto problema o dejando vagar tu mente.
Entrena: Como todas las habilidades cognitivas, la creatividad puede ejercitarse y mejorarse.
Ahora es tu turno. Un hábito se forma como resultado de una acción que repites frecuentemente y que se ve reforzada por una consecuencia positiva.
No te dejes amilanar por esas cosas que has escuchado por ahí: “está todo inventado”, “creativo se nace, no se hace”…
¡No dudes de tu capacidad de imaginar y crear, pon manos a la obra!
Abrazo,
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